viernes, 3 de julio de 2009

A lidiar con afición

ESPN All-Stars

SAN DIEGO -- Durante el proceso final de su preparación para regresar al terreno tras una suspensión de 50 partidos, Manny Ramírez contó con un apoyo casi unánime de la fanaticada que acudió en masa a verle en estadios de ligas menores.

Sin embargo, la situación podría ser diferente el viernes en San Diego, donde los rivales Dodgers de Los Angeles estarán de visita con Ramírez en la alineación por primera vez desde que fuera sancionado por violar el programa antidopaje de Grandes Ligas.

Los antecedentes de regresos de peloteros suspendidos por violar las reglas nos han enseñado que a los fanáticos les importa poco el asunto siempre y cuando el jugador en cuestión rinda en el terreno, pero también que los aficionados suelen ser menos comprensivos con los rehabilitados de los clubes visitantes.

Durante su corta estadía en Albuquerque (Triple A) y San Bernardino (A), donde funcionan las sucursales de Los Angeles, Ramírez recibió el mismo trato preferencial de estrella de Hollyowood que le han otorgado los aficionados de los Dodgers desde que llegó desde los Medias Rojas de Boston en agosto del año pasado.

Los cinco partidos en que participó se celebraron a casa llena en medio de un ambiente festivo, desconocido anteriormente en esos parajes. Pero el número 99 no tuvo la oportunidad de calibrar la lealtad de los fanáticos de la carretera.

"La gente me quiere a dondequiera que voy", dijo Ramírez en Alburquerque, Nuevo México, cuando comenzó a ponerse en forma para su regreso a la alineación de los Dodgers.

"Dondequiera" será la palabra clave para Ramírez por los próximos 10 días y luego el resto de la temporada.

Además de mostrar que sus condiciones superiores siguen intactas después de dos meses sin enfrentar a los mejores pitchers del mundo, Ramírez también podría tener que lidiar por primera vez con una situación en donde la mayoría de los fanáticos no estarán a sus pies.

Los Angeles es uno de los rivales directos de San Diego en la División Oeste de la Liga Nacional y uno de los blancos favoritos para silbar y mofarse en el Petco Park. El que Ramírez esté en uniforme será un incentivo extra para los aficionados locales.

Después de San Diego, los Dodgers viajarán a Nueva York (tres juegos) y Milwaukee (tres juegos) antes de la pausa del Juego de Estrellas. Ramírez no jugará delante de sus leales aficionados hasta el 16 de julio, cuando los Dodgers comenzarán una estadía de 10 días.

Eso es lo que se llama un regreso en la carretera, donde podrían ponerle difíciles las cosas a Ramírez y los Dod
gers.

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